DE LA “RENTABILIDAD”
DE LAS INSTALACIONES DE LA FDM
Desde
2010 la Ordenanza de Precios Públicos de la FDM ha sufrido diversas
modificaciones. Se han publicado en el BOP tres variaciones de la ordenanzas
las cuales cada una de ellas ha supuesto un incremento sobre la anterior. En
2010 fue el único año que se mantuvo la ordenanza del año anterior (2009), lo
que supuso un gran alivio para gran cantidad de personas usuarias de las
instalaciones que ya empezaban a notar la crisis.
Esto
cambió en 2011 ya que se incrementaron las tarifas entre un 5-10% dependiendo
del concepto. Había que hacer las instalaciones más rentables, dado que los
precios públicos no cubren los costes de la gestión de las instalaciones, sobre
todo en las que gestionamos nosotros que de por sí no son rentables
económicamente.
Otra
gran subida se produjo en 2012 con un
incremento de los precios de cerca de un 10% con respecto a las tarifas del año
anterior también dependiendo de los conceptos. Se notaba más en los cursillos
de piscina y abonos individuales anuales de todo el día. Esta subida de precios
sin embargo, no iba acompañada de mayor oferta deportiva o de modificaciones en
los usos de las instalaciones. Se tenía que pagar más por la misma oferta que
se llevaba haciendo durante años en todas las instalaciones municipales. En
teoría esta subida de precios suponía que las instalaciones de gestión directa
iban a ingresar más por los cursillos que se ofrecían. Esto solamente ha
ocurrido en dos de las instalaciones de la FDM. Las demás han registrado
pérdidas de ingresos por cursillos con respecto al año 2011 a pesar de que las
tarifas eran más baratas.
Por
si no fuera suficiente esta subida, en 2013 se produjo otro incremento, esta
vez moderado de los precios. Así, desde 2010 donde un bono mensual de mañanas
(oferta de lo más atractiva para mucha gente desempleada) ha pasado de costar
15,25€ a 18€ actualmente. Esto supone una subida de un 18% en dos años. Los
abonos anuales individuales de todo el día han pasado de costar 190€ en 2010 a
230,20€ en 2013, nada más y nada menos que un 20,57% en dos años. Todo esto sin
olvidar que la oferta se ha mantenido intacta, es decir, no se ha incluido en
ese precio el spa porque entre otras cosas no disponemos de éste. Este año ya
se ha aprobado una nueva subida de otro 2,1% en las tarifas así que la
tendencia parece ser que al final no va a hacer deporte ni el tato.
Si echamos un vistazo por otro
lado a la oferta deportiva de las instalaciones de gestión directa, tenemos
algunos ejemplos llamativos cuando menos. Por ejemplo, en Abastos, Petxina,
Ayora entre otros, los abonos individuales mensuales de mañanas valen 25,10€,
más inscripción claro (en eso nosotros tenemos ventaja), pero si echamos un
vistazo a las actividades que ofrecen éstos son:
“Servicios que contempla, siempre sujetos a las especificidades de cada
instalación:
-
Actividades en agua:
Baño libre, Aquagym, Aquaeróbic, 50% en
cursos de natación, Sauna y Baño Turco.
- Actividades
en seco:
Aeróbic, Step, Acondicionamiento físico,
Gimnasia 3ª Edad, Cardio box, Cardio power, Aerodance, GAP, Abdominales,
Streching, Yoga, Musculación, Reconocimiento médico inicial, Máquinas cardiovascular.”
Resulta
un poco deprimente cuando lo comparamos con nuestra oferta que suele ser: sala
de musculación (si la hay, en Benimaclet ni eso hasta hoy, esperemos que
cambie) más piscina (si la hay, por suerte tenemos una más y ya van 3!) y del
resto mejor ni hablamos.
Es
difícil “competir” con esta oferta que siempre se da casualmente en las instalaciones
de gestión indirecta. Es cierto que las instalaciones de gestión directa tienen
una mayor rentabilidad social en el sentido que vertebran un gran tejido
deportivo alrededor de federaciones y clubes que de otra forma no se podría
dar. Aun así, creemos que no es incompatible que a una rentabilidad social se
le una rentabilidad económica aunque lo que busquemos no sea el beneficio
económico puro y duro. Se puede hacer un mejor uso de las instalaciones que
tenemos a nuestro cargo. Se debería invertir más en su mantenimiento y
adecuación dado que el tiempo hace mella en muchas de ellas y deteriora su
atractivo como instalación para las personas que intentan acercarse a ellas y
se encuentra con la una escasa oferta deportiva a unos precios poco
equilibrados.
Pensamos
que se pueden gestionar las instalaciones municipales de gestión directa de
manera más eficiente con varios puntos a tener en cuenta. Algunos ejemplos de
éstos podrían ser:
-
Diversificación
de la oferta de las actividades dirigidas.-
Se podrían ofertar otro tipo de
actividades más atractivas además del aerobic y la gimnasia de mantenimiento.
Existe multitud de variantes como el Aerodance, Danza tribal, Zumba y otros nombres
raros que pueden resultar más llamativos a la hora de captar más personas.
-
Flexibilidad
horaria en los cursillos de una misma disciplina.
La realidad de hoy en día de la
gente es que no dispone de trabajos estables con horarios estables (quien tenga
trabajo claro), así que sería más fácil que la oferta deportiva incluyera
flexibilidad en los horarios para poder adaptarlo a las necesidades de las
personas. Esto no es sumamente complicado y se hace en muchas instalaciones
deportivas de gestión indirecta. Ayudaría incluso a completar grupos que
actualmente no pueden salir porque se necesita un mínimo de 8 personas para que
se realicen.
-
Descuentos
para personas en paro.
Este punto puede resultar
contradictorio con el intento de una mayor rentabilidad económica pero creemos
que si este punto tuviera cabida en la ordenanza, se produciría un aumento de
personas usuarias que podrían compensar el descenso de ingresos producido por
los descuentos y aumentaría considerablemente la rentabilidad social de las
instalaciones que al fin y al cabo son un servicio público.
-
Ampliación
de los horarios de las salas de musculación.
Existen instalaciones donde las
salas permanecen cerradas en horario donde sí existe personal trabajando. Esto
suele ocurrir en domingo y festivos normalmente. Es absurdo tener un espacio
cerrado estando la instalación abierta y más ahora que ya no está condicionado
ese espacio a la presencia de un monitor como era antes (cosa que consideramos
debería cambiar, en las instalaciones de gestión indirecta sí disponen de
monitores que asesoran a la gente en el uso de las máquinas).
Estos
son sólo algunos ejemplos de acciones que se podrían llevar a cabo para mejorar
el uso y el fin de las instalaciones deportivas de gestión directa. Debemos
tener en cuenta que de la vida que tengan éstas depende el sentido y la
continuidad de nuestros trabajos con lo cual cabe al menos pararse unos
instantes a reflexionar sobre el tema.
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