Breve Informe sobre los
problemas relativos a recursos humanos, equipamiento de instalaciones, así como
de organización de éstas que sugiere la urgente necesidad de un cambio en la
operativa de tareas de trabajo.
En primer lugar queríamos destacar que en todas las
instalaciones existe un protocolo de
trabajo en el que se indican las tareas a realizar y la organización de éstas.
En la práctica, el protocolo es obviado y prácticamente ninguna de las
instalaciones lo lleva a cabo de manera efectiva. Dicho protocolo debería ser
revisado en profundidad, unificar criterios y ser actualizado.
Las cargas de
trabajo en algunas instalaciones son importantes, tanto por su deficiente
reparto por parte de los responsables de las mismas, como por las herramientas de trabajo que, debido a
su mal estado o por no ser las idóneas, hacen más difícil la realización de las
tareas. Otro tanto ocurre con la maquinaria
necesaria para el mantenimiento de determinadas superficies. Rara vez está en
las condiciones óptimas para su uso, son antiguas o inadecuadas, grandes,
pesadas e incómodas con el consiguiente sobresfuerzo de los trabajadores y su
incidencia en la salud de los mismos. La solución no es la adquisición de grandes
y sofisticadas máquinas sino de aquellas otras más apropiadas para las
superficies a tratar. Además se han instalado, con ocasión las últimas
reformas, materiales (p. ej. pavimentos), cuyo mantenimiento es mucho más
costoso y no se dispone de los elementos necesarios para su cuidado.
Estas situaciones han sido constantemente
comunicadas, por parte de los auxiliares encargados de llevarlas a cabo, a sus
superiores (encargados y directores), y prácticamente en casi todos los casos
no se ha obtenido respuesta alguna; nunca nadie sabe nada, lo que provoca
malestar y frustración en todos los trabajadores. Hemos pasado con el tiempo a
la resignación y a la desmotivación, y a que pensemos que entre el personal
directivo de FDM y el personal que trabaja directamente en las instalaciones se
ha levantado una barrera de incomunicación
que, esté quien esté al mando, nadie se molesta en eliminar.
La falta de
personal en alguna instalación es lo más preocupante. Es el caso de
Nazaret, plantilla compuesta por un número ridículo de trabajadores para el
volumen de actividad de la misma,requiere un sobresfuerzo para los demás con su repercusión en el número de
bajas. La empresa jamás ha sido sensible a este problema.
Otro punto importante a tener presente es la supervisión y el reparto equitativo de
las tareas. Con frecuencia es el propio auxiliar de servicio quien decide
qué hacer y cómo hacerlo debido a la dejación de funciones de sus superiores. Debemos exigir a quien percibe un salario
público que cumpla con sus obligaciones.
En este sentido se podría abrir una vía directa y
anónima online de comunicación entre el personal de las instalaciones y
los responsables de la gestión de RRHH, que permitiera transmitir circunstancias
que se consideren importantes y que no estén siendo tenidas en cuenta por los
responsables de la instalación correspondiente.
Otra idea podría ser la rotación de las tareas entre todo el personal de la instalación,
siempre que se pueda, tanto en los cometidos administrativos como en los de limpieza.
Otro problema grave es la falta de mantenimiento de las instalaciones. Es
triste la falta de interés en la conservación de las mismas. Pasan meses e
incluso años sin dar solución a decenas de problemas, o en el mejor de los
casos, poniendo parches que significan a
posteriori un sobre costo mayor. Ello supone su deterioro progresivo y una
pérdida de interés por parte de los trabajadores, dando una imagen penosa al
exterior de este organismo.
Sería necesario la elaboración de un informe real y
exhaustivo de las deficiencias de cada instalación y su dotación presupuestaria,
así como la revisión de los protocolos de actuación para agilizar las
reparaciones urgentes y las más cotidianas.
El número de personas con adaptación al puesto de un tiempo a esta parte, como se puede
constatar, tiene una mayor prevalencia. Es necesario estudiar con profundidad
este punto para encontrar las causas y buscar las posibles soluciones, y para
que la adaptación de estos trabajadores tenga la menor incidencia en el resto
de sus compañeros de instalación. Existen instalaciones con un porcentaje muy
alto de adaptaciones al puesto.
En resumen, desde esta organización sindical y
teniendo en cuenta que hablamos de la salud y seguridad de toda la plantilla de
la FDM, solicitamos a nuestros responsables poner soluciones a todos estos
problemas, empezando por elaborar un nuevo y real estudio de las necesidades de personal en cada instalación,
así como de los elementos necesarios para que las tareas que realizan sean lo
menos lesivas posible para los trabajadores; así mismo, nos parece bastante
interesante elaborar un informe
psicosocial de los empleados, y por supuesto y en cuanto al personal
directivo más implicación y sensibilidad sobre todas estas cuestiones.
En la medida que invirtamos en formación y salud en
el trabajo, invertiremos en futuro y bienestar de los trabajadores de este
organismo.
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