jueves, 25 de febrero de 2021

DE AQUELLOS POLVOS, ESTOS LODOS

 

DE AQUELLOS POLVOS, ESTOS LODOS, OTRA VEZ…

 

                Y os preguntaréis a qué viene esto ahora, menudo título para el resumen de una reunión. Pues no, no se trata de ninguna reunión, se trata de la sucesión de una serie de acontecimientos, el último de los cuales tuvo lugar a finales de enero. Empezaré por el principio.

                En 2019 tuvo lugar el proceso de promoción interna de encargad@s de instalación al cual me presenté. Para no hacer excesivamente largo el relato de los hechos puesto que la mayoría de personas conoce todo o parte, hablaré solamente de algunos acontecimientos reseñables en este relato.

                El proceso selectivo estuvo lleno de controversia y complicaciones desde su inicio por las circunstancias en las que se aprobaron las bases (que fue más o menos en la época en la que se firmaban convenios donde nos quitaban la antigüedad). Con dudas con respecto a la traslación de lo acordado al texto definitivo, con impugnación de bases por incluir valoraciones que no correspondían (CGT también impugnamos eso y más), y un sinfín de complicaciones hasta que empezó el proceso. En fin, tras la realización de las dos pruebas selectivas, que también tuvieron sus correspondientes complicaciones, se publicaron los resultados donde aparecía una lista de aprobados/as entre las que me encuentro.

                Tras esta fase de oposición, venía la fase de concurso. Con unas bases más que dudosas en cuanto a su redacción y ambigüedad, la fase de concurso no estuvo exenta de polémica. Esto sí que fue sonado puesto que las decisiones que se tomaran por parte del tribunal, podían afectar al siguiente proceso selectivo de auxiliares que estaba pendiente de valoración. El caso es que, debido a un recurso presentado por algunas personas, el tribunal decidió modificar los criterios en los que se valoraba el tiempo trabajado de auxiliar de servicio introduciendo un coeficiente corrector en función de la jornada en la que se hubiera prestado el servicio.

Este hecho supuso una modificación sustancial de los resultados provisionales que hasta el momento se habían obtenido puesto que hubo varias personas, entre las que me encuentro, a las que se nos redujo la nota de la fase de concurso con consecuencias más o menos graves.

                El caso es que, en el momento de suceder estos acontecimientos, yo no tenía claro si iba a perder o no la plaza que provisionalmente sí que conseguía, así que por supuesto recurrí la decisión del tribunal. El procedimiento habitual en estos casos, y siendo yo parte afectada de la modificación del criterio del tribunal, es que se me dé conocimiento de las alegaciones presentadas para poder defender mi postura. Durante la lectura de ese recurso fue cuando encontré una serie de incongruencias que tenían que ver con información que obraba en el expediente del proceso, en concreto, en las valoraciones del tribunal. El hecho es que se había tenido acceso a esta información por cauces que no eran los reglamentarios (esto es fácilmente demostrable tan sólo con leer el propio documento que se presentó) puesto que parte de los argumentos utilizados para refrendar el recurso no eran datos de carácter público en ese momento.

 La cuestión final es que el tribunal modificó su criterio de valoración y hubo personas beneficiadas y otras perjudicadas tras esa decisión, como casi siempre.

Por supuesto el tribunal desestimó mis alegaciones, y no sólo las mías, y mantuvo su decisión. Esto supuso tener en vilo hasta el último momento los procesos de auxiliares que venían detrás y que se iban a ver sustancialmente afectados por este nuevo criterio.

Afortunadamente, y no se sabe muy bien cómo (por supuesto fundamentaron jurídicamente su nueva variación de criterio, como siempre), el tribunal volvió a modificarlo y donde dije digo digo Diego. Me alegro por la gente de fin de semana, era una verdadera barbaridad aceptar ese criterio.

                El culebrón no acabó aquí. Yo consideraba que este hecho era lo suficientemente grave como para que la FDM tomara cartas en el asunto. Había habido un acceso de información irregular en un proceso selectivo, aunque esa información podía ser accesible por otros cauces reglamentarios, pero el hecho no fue así. Así que decidí presentar un escrito donde pedía grosso modo que se investigara los accesos al expediente del proceso y se aplicara el expediente disciplinario puesto que es una falta muy grave “La publicación o utilización indebida de la documentación o información a que tengan o hayan tenido acceso por razón de su cargo o función”, hecho que yo consideraba que había tenido lugar en este caso.

                Este escrito lo presenté el 3 de junio de 2020 y el 25 de enero de 2021 volví a solicitar una respuesta que hasta el momento no tenía (por la pandemia y esas cosas…). El caso es que el 26 se me notificó la respuesta que básicamente dice que no se puede saber nada, en concreto dice:

“En relación con su escrito de fecha 3 de junio de 2020 (R.G.E núm. 00106-2020-00869)reiterado en fecha de 25 de enero de 2021 (R.G.E núm. 00118-2021-9579) en el que solicitaba el análisis de la trazabilidad de los documentos del expediente administrativo 70014/2018/0063 sobre proceso selectivo por promoción interna de encargados/as de instalación, dadas sus sospechas de posibles accesos indebidos a la información obrante en el mismo, le comunico que la Dirección Gerencia de esta entidad solicitó en fecha 29 de junio de 2020 al SERTIC municipal mediante Nota Interior Electrónica con núm. de registro 2020039382 la remisión de una auditoría documental sobre el expediente 70014/2018/0063, asignado a la unidad 70014 perteneciente al OA Fundació Esportiva Municipal València, sin que del análisis de la información remitida se hayan deducido accesos indebidos o una utilización indebida por parte de las personas que accedieron al expediente de la información o documentación existente en el mismo.”        

 

                ¡Y au!

                El escrito de respuesta también habla de que se han tomado medidas para limitar la confidencialidad de la documentación que se presente por registro para derivarla al departamento de personal en las áreas debidas y no a cualquier otra área de la FDM.

                Pues nada, esto es lo que hay. ¡Éstos son los lodos de aquellos polvos, aunque no sé si ni siquiera llegan a ser lodos! Y ahora viene la siguiente fase, ¿qué hacemos con toda esta situación? ¿Por qué no se considera que determinadas situaciones requieren más contundencia a la hora de abordarlas? ¿Hasta cuándo vamos a dejar que los procesos selectivos de FDM se rodeen de “cierta sospecha” de manipulación por parte de algunas personas? Si bien puedo incluso aceptar que no se puede demostrar que los accesos al expediente del proceso hayan sido indebidos, sí se puede demostrar, y muy fácilmente, que ha habido personas que han obtenido información por cauces no reglamentarios. Entonces, ¿por qué no se hace nada al respecto?

                 En esta situación me queda poco menos que el derecho al pataleo, y eso que, siendo objetivos/as, yo he salido “beneficiada” con todos estos movimientos. Pero no se trata de eso, se trata de hacer las cosas bien, aunque sea solamente de vez en cuanto. De que cuando existen más que evidencias de que se ha llevado a cabo una acción de manera irregular (con consecuencias definitivas para algunas personas), se tomen las medidas necesarias para corregir esa acción, y se ASUMAN LAS CONSECUENCIAS. Cada persona debe asumir su RESPONSABILIDAD, quienes cometen acciones irregulares la suya y quienes deben velar porque no se cometan o aplicar las sanciones correspondientes, las propias de su cargo.

                Aunque la respuesta que se me ha dado no es inesperada, sí es verdad que es una pizca más de desilusión a la mochila en la que llevo los asuntos de fundación. Al margen de la trascendencia personal que tiene esta cuestión en las personas implicadas, creo que es un mal ejemplo para el resto de personas que pasamos una buena parte de nuestro día a día en esta entidad.

                A pesar de que me decepciona profundamente que este asunto haya quedado “resuelto” de esta manera, creo que es importante seguir intentando que cualquier situación dudosa o irregular no se acabe “olvidando” por dejadez, por desilusión o simplemente por cansancio. Está en la mano de cada uno/a señalar qué cosas no se están haciendo bien, eso también es una responsabilidad de todos/as y hacer como que no ha pasado nada no es estar haciendo bien las cosas.

 

 

                                                                                                                      Fdo.: Guaditoca Blanco Rojas.

 

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